sábado, 27 de marzo de 2010

Arte, sencillamente

Cuenta Gombrich, en ese estupendo libro de iniciación que es La Historia del Arte, que Giotto, pintor al que se considera la “chispa iniciadora” del Renacimiento italiano, supuso para el devenir del Arte una novedad, no sólo en lo relativo a su modo de pintar, sino también porque dio pie al interés por la figura del artista además de por su obra. Hasta entonces –dice Gombrich-,"[...] existieron maestros que gozaron de general estimación y que fueron recomendados de unos monasterios a otros [...]. Pero, en conjunto, nadie pensaba que fuera necesario conservar los nombres de esos maestros para la posteridad. Eran para las gentes de entonces lo que para nosotros el ebanista o el sastre."
Probablemente sea a partir de ahí, a partir de esa nueva manera de mirar y considerar al artista, cuando se crea la división entre Artes Mayores y Artes Aplicadas, entre lo que hoy conocemos como Arte, a secas, y esas otras que engloba la palabra Artesanía.
Siendo todas creación, y basándose todas en la tradición –el Arte sin límites cercanos acaba siendo incomprensible, al menos hasta que se construye un contexto adecuado-, los rumbos de unas disciplinas y otras fueron diferentes.
Y mientras que los artistas que buscaban hacer perdurar su nombre tomaron como norte la poesía, por lo que tenía de invención, la artesanía no renegó de su vínculo con la tecné, con la que los griegos se habían referido a las artes en general. El Arte tomó así el papel de avanzadilla y abanderó búsquedas que ponían en peligro nuestra estabilidad y nuestra comodidad, metiendo siempre el pie un poquito más allá de la raya que marcaba la frontera, mientras que la Artesanía se dedicó, sencillamente, a sembrar un componente estético en lo que nos rodea y sin el que todo parecería vianda sin sal,
Esta aparente disyuntiva, sin embargo, no es excluyente como pudiera parecer. Ya decía Matisse, tiempo después, que a él le gustaba que el cuadro fuera “como un sillón cómodo” en el que reposarse. Y hay, como dicen los mayores, tiempo para todo: para guerrear y para descansar, para buscar y para encontrar, para explorar y para gozar tranquilamente de lo descubierto.
Por eso siguen siendo necesarias una y otra forma de entender la estética.
Y por eso es tan interesante la visita a la Exposición que ha montado la Asociación de Artesanos de Úbeda, en colaboración con el artista Nicolás de la Torre. Una muestra en la que se establece un diálogo muy sobrio, sin aspavientos, entre las piezas creadas por los artesanos y los dibujos hechos a partir de las mismas.
Resulta así revelador ver lo que las une y lo que las separa, en constante enfrentamiento. Cómo doblegan los artesanos materiales díscolos como el hierro, el cristal, el barro, la madera, la pita o el cartón, cómo los pliegan, los quiebran, los ahuecan, los trocean, los obligan y cómo al mismo tiempo los respetan y los escuchan para hacer que se adapten a nuestro entorno y nos transporten al mismo tiempo a otro lugar, a otras texturas, a otra naturaleza.
Y a su lado, que no en frente, los dibujos fluidos, casi sin concesiones a la propia mano del autor, llenos en su limpieza de reverencia y respeto ante el trabajo duro de las manos gastadas capaces de encontrar secretos en la materia. Los dibujos, reflejando el brillo de la cerámica, el grosor del hierro, la transparencia del cristal, la armonía cálida de la madera, la vida dormida de lo vegetal o el alegre gozo del humilde cartón.
Nicolás utiliza así esos otros materiales propios del Arte que siguió otro camino para volver la mirada a sus hermanos y hace que el lápiz, la acuarela, la témpera y el papel se ofrezcan como mediadores, si es que hiciera falta, para hacernos ver lo elegante, lo sinuoso, lo estimulante o lo armonioso como soporte necesario para nuestros días.
Y en este diálogo reconciliador encontramos que todo es más sencillo: lo cotidiano se convierte en extraordinario y lo extraordinario nos descubre lo cotidiano. Arte, en una única palabra.
Nono Granero
“Artesanía Dibujada”.Nicolás de la Torre y la Asociación de Artesanos de Úbeda. Sala de Exposiciones del Palacio Don Luis de la Cueva de Úbeda. Del 26 al 4 de Abril.

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