Llovía mucho y a mediodía el Bar “La golondrina” comenzaba a reunir a su habitual parroquia. Ese día, sentado en el taburete, con los dos codos apoyados en la barra y sus manos en la cara, Marianito Rojas se quedó alelado, con los ojos fijos en su vaso de vino tinto. Luego de unos minutos, suspiró y me preguntó:
-"¿Tú qué piensas, tronco? ¿Qué el vaso está medio lleno o medio vacío? "
Yo de pie, a su lado, miré con un ojo a la cristalera, vi tristes chuzos pinchando los saludos bajo un hormigueo de paraguas, con el otro vi una abúlica niebla que se aproximaba desde lo alto de la calle.
-"Dime tronco – insistió Marianito Rojas sin mirarme - ¿medio lleno o medio vacío? "
Me volví hacia él y ahíto de estrabismo le dije:
- "Eres un puto optimista" .
Y bruscamente, tomé su vaso y de un solo trago, me lo bebí.
-"Ahí tienes la respuesta" - concluí.
Aquel trago agrio me sentó como un tiro en el estómago. Así que, sin despedirme de Marianito Rojas y sin paraguas, me vine volando a mi casa a vomitar filosofía.
... En ello ando todavía.
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Luis Foronda. ___________________ Dibujo de Nono Granero.
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