miércoles, 12 de mayo de 2010

Revolución en el Museo Arqueológico

Hay quien dice que el Arte, más que por Evolución, se desarrolla por Revolución. Y yo, en buena medida, estoy de acuerdo.

Pero cuando hablamos de Revolución hay que tener cuidado: no se trata de imaginar muchachas valientes con el pecho descubierto encabezando asaltos y sorteando barricadas, ni tampoco de arrojar materiales con violencia buscando epatar o espantar a personas tranquilas que asocian el arte al buen gusto de que hacen gala las figuritas de Lladró.

Hablo más bien de otro tipo de revoluciones. De las que daban, por ejemplo, los discos de vinilo, que eran capaces –eso sí que era estar comprometido- de hacer hasta 45 por minuto.

En serio: la revolución no es más que un giro, una vuelta de las cosas. Un aprovechar el movimiento de rotación para convertir el viaje de vuelta en uno de ida. Un saberse continuador para desde esa postura aprovechar lo ya recorrido.

Y viendo exposiciones como la de Juan Miguel Bueno, con su apariencia tranquila y apacible, se descubre enseguida, bajo el aspecto suave y callado que envuelve su trabajo y el entorno en que se muestra –el Museo Arqueológico de Úbeda, ampliando nuestra ruta para el arte de hoy-, el rumor cíclico de las revoluciones bien entendidas.

Porque la máquina del Arte gira impulsada por los movimientos de vaivén de un émbolo que tan pronto parece avanzar como retroceder, pero que no hace sino nutrirse del fuego de otras anteriores, aprovechando inercias y recorriendo en nuestros ojos caminos para los que otros pusieron vías.

El artista, empleando un término que yo le conocí a Nietzsche, no ha de pretender ser causa primera. Cuando tiene esa aspiración juvenil, demuestra valentía, sí, pero también desconocimiento. Y pueden írsele las fuerzas en combates vistosos con los que ganar tierras variadas y coloridas que ya nos pertenecían sin que él lo supiera. No. El artista debe reconocerse como causa segunda, como pieza del engranaje. Y desde esa posición, estudiar el funcionamiento de la máquina y el recorrido que propuso hasta ahora. Apoyarse en lo logrado, pero no repitiendo, sino entendiendo, que es una manera especial de apoyarse, porque nos arma para futuras conquistas.

Será así como llegue a hacer propios lenguajes antiguos y los lleve de viaje a sitios nuevos, a pasar los límites en que fueron concebidos.

Aquello que nos es familiar hace así de guía para un mundo ajeno y fantasioso, poblado por seres con los que percibimos que nos unen vínculos que, aunque aparecen como pequeños detalles accesorios son, en definitiva –tal y como pasa en nuestra vida cotidiana-, los que nos definen como miembros de una idea.

Y de ese amor por el detalle pueden nacer, como en estos trabajos, mujeres del agua albergando ciudades entre sus muslos, haciéndo música con ánforas, dejándose guiar por ermitaños, o meciéndose en los sueños que provocan las luces entremezcladas del sol y la luna simultáneamente floridos.

E hipnotizados con el runrún de la rueda conocida, nos dejamos meter en los tamaños pequeños que susurran delicadamente para que las palabras o las imágenes queden recogidas en la caracola de nuestros oídos y puedan crecer más tarde. Echarán a rodar de este modo la maquinaria de nuestros propios sueños, calladamente, haciéndonos parte de un mecanismo común que, siempre que prestemos oídos a la cultura de la que venimos, nos ofrecerá pegasos en los que recorrer un mundo que se hará recién nacido gracias al último giro, a la próxima revolución.

Nono Granero.

“Alma mudéjar”: Pinturas de Juan Miguel Bueno. Del 30 de Abril al 13 de Mayo de 2010, en el Museo Arqueológico de Úbeda.

1 comentario:

  1. Hola soy Juan Miguel Bueno. Me he llevado la sorpresa de descubrir este artículo, gracias al email que me ha escrito una de tus escuchantes y... que puedo decirte...te escribo estás palabras de profundo agradecimiento, más aún por el gran cariño que veo que has puesto en comentar mis obras. Te doy las gracias; espero que algun día nos conozcamos y te las pueda dar personalmente. Muchas veces se hace un poco cuesta arriba llevar un camino independiente de las corrientes artísticas de moda, así que comentarios como este que tú haces me dan mucha alegría y nuevas fuerzas para seguir adelante. Por cierto me encantan tus ilustraciones y creo que me permitirás poner en mi página unos enlaces directos a tus blogs. Un abrazo desde Santisteban.

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