sábado, 14 de noviembre de 2009

El infinito

Don José, maestro de matemáticas, intentaba cada día abrir nuestras cabezotas infantiles con conceptos numéricos de incomprensible belleza. Por eso, cuando Paquito Robles, levantó la mano y le preguntó: “Maestro, ¿Qué es el infinito?”, el bueno de don José se quedó un instante con la mirada perdida, cogió luego una tiza y apoyó su punta en un extremo de la pizarra. Contestó: “Mirad, el infinito es esto”. Y empezó a trazar una línea recta, por todo el encerado. Cuando llegó al otro extremo de la pizarra siguió trazando la línea blanca por la pared de la clase y cuando la completó, salió por la puerta sin despegar la tiza, a lo largo del pasillo, hasta alcanzar la calle. Y así, a través de la ventana, lo vimos perderse detrás de una esquina. A Paquito Robles, a mi mismo, nos hubiera gustado que don José, aunque lo queríamos mucho, no hubiera regresado nunca, porque eso le habría proporcionado un final fantástico a la historia. Sin embargo, al cabo de diez minutos, don José volvió a aparecer por la puerta de nuestra clase, profundamente abatido. Nos miró a todos y luego sentenció con un dejo de melancolía: “Niños, el infinito es mentira, el infinito termina justo cuando se acaba la tiza”. _________________________Luis Foronda .- Dibujo: Nono Granero.

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