lunes, 29 de noviembre de 2010

La media fuga de Mademoiselle Danseur

Mademoiselle Danseur, bailarina parisina de fama internacional, se enamoró del mago del circo Nevada, Mago Zelnik, en la única vez que el circo actuó en París. Por amor colgó las zapatillas, abandonó su carrera y por amor se unió al circo y se vino a España. Desde entonces Mademoiselle Danseur fue la ayudante en el espectáculo de magia que el mago Mago Zelnik hacía cada noche. El mejor número de todos, el más espectacular, era el de la chica partida. Mademoiselle Danseur era introducida en una caja de madera y el mago, serrucho en mano, la partía en dos, a la altura de la cintura, para luego, milagrosamente, aparecer entera. Una noche, sin embargo, el truco falló y al abrir la caja la mujer seguía dividida. Por más que el mago abrió y cerró la puertezuela, la chica continuaba sonriendo, saludando, pero en dos trozos.
Y así quedó la adorable Mademoiselle Danseur, caderas-piernas por un lado, tronco-cabeza-brazos por otro. A pesar del fallo cometido, la parte superior de Mademoiselle Danseur siguió enamorada del mago Mago Zelnik, pero la parte inferior, se reveló, harta, según parece, de tanto numerito de magia y decidió escaparse para volver a París y continuar bailando por su cuenta. Una noche salió por piernas de allí, en una fuga ciega y un poco loca, corrió y corrió por caminos y veredas. En el circo dieron conocimiento a la Policía de la media fuga, que inmediatamente se puso a buscarla. Encontraron a las piernas de Mademoiselle Danseur en la misma raya de Francia y la obligaron a volver. ¿Dónde iban a ir unas piernas solas por muchas ganas de bailar que tuvieran? Pero ya en el circo y pese a la insistencia del mago Mago Zelnik, las piernas permanecieron siempre cerradas, firmes en su decisión de volver a bailar. Y el mago Mago Zelnik, hombre a fin de cuentas, no aguantó más aquella cerrazón, así que tuvo que acceder a los deseos de las piernas de Mademoiselle Danseur para que al fin se le abrieran. Dejó abandonada en el circo a la parte superior de la muchacha y se fugó a Paris con la parte inferior. Es decir, hizo más caso a su entrepierna que a su corazón.
Y allí viven, cuentan que las piernas cosechando éxitos en todos los escenarios de Francia y el mago haciendo trucos con su varita mágica.
Luis Foronda.-
Dibujo de Nono Granero.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Pregunta número 3

Llega la tercera pregunta de esta sección, y, claro, viniendo de alguien (¿o quizás debería decir algo?) que recibe gran parte de la información a través de los medios, era lógico que no tardara mucho en aparecer.
Aquí os la dejo, como siempre, junto con la posibilidad de vuestra respuesta.
RWM-1.015 y Nono Granero

lunes, 22 de noviembre de 2010

La nota discordante.

En medio de la dulce melodía del concierto, apareció la nota discordante. Tan ufana, vanagloriándose entre los músicos, bizarra, presuntuosa, sabiéndose protagonista. Pretendió el director silenciar a la nota discordante con un movimiento severo de batuta, pero no hubo manera, ella siguió campando a sus anchas, moviéndose tan a gusto entre los instrumentos de la orquesta. La nota discordante pasó del piano, al trombón, luego a la viola, al clarinete y al arpa. En todos ellos sonó incoherente y destemplada, grosera. Los músicos miraban sudando al director, que disimulaba con sacudidas convulsivas de brazos arriba, de brazos abajo e intentaba contenerla dándole nervio a los instrumentos de viento, trompas barruntando notas, músicos bufando, un céfiro que movía los flequillos de los filarmónicos y ponía una fracción de frío en las frentes de las féminas. El ejército de notas rodeó a la nota discordante que al verse acorralada comenzó vivace a soltar mamporros, las notas más armoniosas se rindieron enseguida ante los desafinos de la nota discordante y las cimbreantes aguantaron un tempo prudencial, pero no pudieron con ella, ni usando sus claves secretas, ni arrojando su arpegios y acabaron claudicando cuando la nota discordante sonó en la cuerda más fina del violín. Todas sucumbieron, do por dócil, re por remisa, mi por individualista, fa por fatua, ni sol en todo su esplendor pudo acabar con ella, ni la menor ni la mayor, ni sí que acabó negándolas a todas. Después de unos minutos, cuando el público comenzó a incomodarse en sus asientos, el director de la orquesta dio por terminado el concierto.
La gente se quedó en silencio, sin hacer nada, excepto una señora muy emperifollada de la primera fila que despertando de su sueño, aplaudió entusiasmada. Y la nota discordante, claro, acabó entre sus manos aplastada.
Luis Foronda.
Dibujo de Nono Granero.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Contemplar, conocer.

Pesa tanto en nuestro modo contemporáneo de entender el arte la necesidad de ver tras cualquier obra la expresión propia y particular de un artista, la pretensión de hacer siempre de lo mostrado símbolo o metáfora de realidades distintas, que la que hoy comentamos nos resultará chocante a la fuerza.

Porque imbuidos como estamos de ideas estéticas que, si no andamos con cuidado, se vuelven pilares inamovibles que nos incapacitan para probar otros platos, las imágenes de Celestino Mutis, cuya pretensión no era la de emocionar con los medios utilizados, sino la de ofrecernos aquello que andaba lejos de nuestros ojos, nos parecerá casi anacrónica.

José Celestino Mutis, nacido en Cádiz el 6 de abril de 1732 era, en realidad, matemático, sacerdote y, lo que más nos interesa, botánico. Pero sumaba a todo ello la habilidad y la formación necesarias para llegar al fondo de lo que estudiaba con otras herramienta, aparte las linguísticas, numéricas o ilógicas.

En esos tiempos sin cámara de fotos, Celestino, con paciencia y dedicación de científico, componía –porque lo hacía con intención-, láminas en las que mostrar las formas concretas de las plantas nuevas con que se iba topando en sus viajes de descubrimiento.

Con autores como Celestino Mutis o Audubon comencé yo a dibujar naturaleza y a disfrutar de la disposición rica de las plumas, de la variedad de texturas inimaginables a priori de un ave o de una planta. Y entendí por qué se enseñaba en las escuelas del XVIII y del XIX (y en el XX hasta hace poco) a manejar el lápiz.

Lo saben todos aquellos que se acercan al dibujo y lo asocian a una disciplina: El dibujo hace lo que otras herramientas no pueden: elige, remarca, destaca, selecciona, elude, enfatiza. Muestra selectivamente y propone, no sólo mímesis, sino conocimiento. Y si alguien piensa que para eso andan la cámara y el microscopio, me permito remitirlos al reportaje de National Geografic del pasado mes de septiembre, y a la nota que acompaña las fotografías hechas a huevos de insectos: las imágenes resultantes fueron coloreadas para reproducir el aspecto natural de los huevos, dice. Y el PhotoShop, aunque sea en ceros y unos, no deja de ser una herramienta de dibujo.

Dibujos, pues, que abren las mismas puertas de la fascinación, en su detalle, casi de la misma manera en que lo hacen las palabras que los acompañan. Porque nombrar, como bien sabían quienes escribieron las cosmogonías del mundo, es crear. Y decir “Passiflora Adulterina” ya empuja la imaginación por nuevos territorios.

Por eso hoy, frente a la afirmación del individuo sobre lo que le rodea, frente a la pretensión legítima pero a veces ortopédica de la búsqueda del estilo, frente a la postura soberbia del que se quiere autorreferencial, sorprende la limpia humildad, la constancia y el paso atrás que da quien, únicamente, utiliza su arte para comunicarnos a todos, para compartir con nosotros el milagro cotidiano que nos rodea y en el que a veces somos incapaces de reconocernos, aunque seamos parte integrante del mismo.

Nono Granero

'Imágenes del paraíso'. Real Jardín Botánico Madrid. Hasta el 23 de enero de 2011.

En torno a la palabra

Ha empezado a funcionar en UBEDA la tertulia literaria “En torno a la palabra”. Una oportunidad fantástica de compartir novelas, poemas, artículos, música y demás asuntos relacionados con el mundo de la cultura. Para estar al día sobre las fechas de las reuniones, libros propuestos, libros comentados, autores invitados, etc. pincha aquí: http://www.entornoalapalabra.blogspot.com/

PJ HARVEY

El domingo 14 de Noviembre, Ernesto Vela nos descubrió a una de las cantantes de rock más interesantes, originales, arrolladoras y apabullantes, de las últimas décadas: PJ Harvey. Aquí tenéis el video del tema que pudimos escuchar: "Down by the water."

Cine y música clásica

El domingo 14 de Noviembre, Pepe Fuentes nos habló de la relación entre la música clásica y el cine y de cómo algunas de las grandes composiciones de música clásica son conocidas con el nombre de las películas en las que aparecen. ¿Un ejemplo? “Elvira Madigan” (Concierto nº 21 para piano de Mozart)

lunes, 15 de noviembre de 2010

Queridísimos amigos

El conocido artista local Diego Rodríguez convocó a su reducido círculo de amistades para comunicarles la noticia. Les saludó con un “Queridísimos amigos” y luego añadió con la franqueza y el buen humor habituales en él: “Me ha dicho el médico que me queda un pelao. Me han detectado un tumor en la cabeza. Tres meses como mucho.” Los naturales lamentos de sus allegados más íntimos se transformaron pronto en palabras abalanzadas sobre el tedio local y lo que no debería de haber salido de aquel reducido círculo, pronto estuvo en boca de todos. Y enseguida nació la idea de hacerle un grande y merecidísimo homenaje. Tan prestigioso y valorado artista no podía morirse sin haber recibido antes el reconocimiento de su pueblo, de sus amigos, de sus fervientes admiradores. Organizaron para él una gran despedida. Habría música clásica, lectura de poemas y una exposición retrospectiva de toda su obra en el paraninfo de la universidad, vendrían eruditos profesores y relevantes artistas de la vanguardia europea para disertar sobre el arte con mayúsculas de Diego Rodríguez. Había poco tiempo sí, pero también una aparatosa pasión, así que sus amigos se pusieron en marcha de manera intensa, continuada y espesa, inmisericorde.
Diego Rodríguez se enteró pronto de las pretensiones de sus amigos y, sin decir nada a nadie, hizo la maleta. Antes de irse tomó la brocha y escribió sobre un gran lienzo en blanco: “Capullos. Dejadme en paz. Jamás permitiré algo así”. Pero para entonces sus amigos ya lo tenían todo preparado: la soprano, los poetas, la exposición, las conferencias y las flores. Había que encontrarlo. Iniciaron rápidamente la búsqueda del artista, por todos los pueblos, por todos los caminos, pero no lo encontraron. Semanas después, desesperados, llenaron la ciudad de carteles en los que se veía la imagen de su amadísimo artista desaparecido y una leyenda que decía:
“Diego Rodríguez. Se busca. …Preferiblemente muerto”.
Luis Foronda.
Dibujo de Nono Granero.

Elizeth Cardoso, Jair Rodrigues & Os Originais do Samba

El Domingo 7 de Noviembre, Ernesto Vela nos descubrió a una maravillosa cantante brasileña: Elizeth Cardoso.

"METRÓPOLIS" de Fritz Lang

Domingo 7 de Noviembre. Pepe Fuentes habló de "Metrópolis", la obra maestra de Fritz Lang.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Pregunta número 2

Seguimos con la serie de preguntas que formula el RWM-1.015 (para ampliar la información , ver artículo más abajo).

En este caso, aunque la pregunta aparenta respuesta sencilla, me da que oculta algo más fino de lo que pueda parecer en un principio.

Pero, como es costumbre en esta sección, dejo a quienes leen y escuchan las posibles opiniones al respecto.

Nono Granero y RWM-1.015

domingo, 7 de noviembre de 2010

El poder de la mente.

En el bar “La Golondrina”, ese templo de la filosofía, Marianito Rojas y Pepe Malogre, hablan acodados como siempre sobre la barra, con los ojos perdidos, puestos, tal vez, en alguno de los calendarios de la pared. Una lluvia mansa cae detrás de la cristalera. Marianito Rojas dice: “Tío, últimamente ando obsesionado con esto del poder mental”. Y Pepe Malogre, después de unos eternos segundos rumiando sus palabras le pregunta que qué coño es eso del poder mental. “Sí tío, - le responde Marianito- , que desde hace un tiempo muevo los objetos con la mirada”. Pepe Malogre ni responde, pero Marianito explica: “Abro las puertas y las ventanas, muevo las nubes del cielo, dirijo las gotas de lluvia hacia mi cara, modulo las ráfagas de aire que me arrullan, desprendo las hojas de los árboles que piso, guío al sol por el cielo desde oriente a occidente, pongo la luna, muevo a mi antojo las agujas del reloj”.
Pepe Malogre mastica el palillo que tiene entre los dientes, farfulla sílabas nebulosas y remata con un “No me jodas, tronco, que no estoy yo hoy para tonterías. Tú eres idiota”. Y Marianito Rojas, enfadado, gira la cabeza hacia Pepe Malogre, lo mira fijamente y el malafollá se cae del taburete. Se queda Pepe Malogre tirado en el suelo y Marianito Rojas, tras pagar la cuenta, sale. Mira al cielo, cierra los ojos, aspira profundamente y sonríe. Sale el sol y deja de llover. Camina tranquilo por la acera de la calle Ancha y parece que el tiempo se hubiera detenido.
Así es: Pepe Malogre se incorpora sacudiéndose la ropa y se mira el reloj. “Caramba. – exclama – Si no son ni las doce. ¡Mozo, ponte otra copa, que todavía es pronto!”. ______________________________ Luis Foronda. Dibujo de Nono Granero.

La Materia del Arte

Hablando el otro día sobre Alfonso X el Sabio, me vino a la cabeza una de las historias que, en sus Cantigas de Santa María, se cuentan acerca de un milagro con pintor incluído.

Estando el buen hombre subido a un andamio, pintando una imagen de Nuestra Señora, vino el Diablo y, como le gustan menos esas imágenes que tomar la sopa fría, no tuvo otra ocurrencia que dar al traste con toda la estructura, para que el creador se diese un sopapo que le quitase las ganas de andar dibujando santos.

Pero he aquí que, nada más perder pie, el pintor lanzó los brazos hacia arriba y encontró que la imagen misma que pintaba le sostenía, impidiendo que diese con sus huesos en el suelo, y añadiendo, de paso, una página preciosa al libro de las Cantigas.

Comentando esta ilustración, dice Philip Ball en “La invención del color”: “escenas como ésta ilustran la creencia de que un icono o cuadro bien hecho poseía una verdadera eficacia religiosa” Y añade como colofón: “El uso de materiales preciosos, como el oro o el ultramar […] no revela solamente el deseo de manifestar piedad sin reparar en gastos, sino la esperanza de incrementar así la potencia sobrenatural de la obra”.

Viene todo esto a cuento de una exposición que termina sus días este fin de semana. Porque el Arte, hoy, deja atrás los márgenes impuestos por la consideración de un material considerado noble frente a otro más humilde. Y cualquier objeto o sustancia puede elevarse a la concepción de componente artístico.

A partir de lo dicho, podríamos preguntarnos entonces, dónde radica la clave para hacer que materiales con un significado previo sean capaces de adquirir una dimensión diferente? ¿Con qué herramientas –una vez abandonados los pinceles-, puede conseguirse la efectividad artística que les dé, en palabras de Ball, potencia sobrenatural?

Una de esas herramientas, la que hoy nos interesa, es la repetición.

Nosotros, los seres humanos, estamos preparados para ella. La buscamos desde pequeños: en los cuentos acumulativos, en la reiteración de un sonido o de un lanzamiento. Repetir es entender, es crear estructuras para la memoria y para el conocimiento.

Lo corroboro escuchando en la radio una canción: “que si la falda es larga/ que si la falda es corta/ que si la tela es mucha/ que si la tela es poca/…”

O sea, ritmo y rima al servicio de una idea.

Pero no basta con eso. Y es ahí donde más me ha sorprendido la obra de Ramón Garrido, a quien le conocía otras propuestas más conceptuales.

Porque no sólo rescata, acumula y suma, sin más, objetos usados o encontrados, sino que los yuxtapone para, rima, rimando, forjar nuevos poemas haciéndonos olvidar –y ahí radica el interés de la propuesta- , lo que eran antes.

Jugosísimos resultan por tanto los trabajos de la serie “Reiteraciones Significantes”, de los inicios maduros de su trabajo, tanto como las últimas composiciones amarillas del proyecto “Tiempo de Crisis”. La madera, los clavos, los hilos, los sujeta pábilos de las velas (que no sé cómo se llaman exactamente), las etiquetas llamativas para las ofertas y hasta las latas de aceite se transforman en ciudades, cuerpos y, en un zoom sutil que busca ahondar en lo humano desde lo que desechamos, hasta en pieles dulces construidas con acero, o en sencillos poemas que se elevan deprisa para caer lentamente hasta el suelo.

Coger lo conocido y llevarnos hasta lo desconocido. Ése es el marco sin límite en que se mueve el buen trabajo artístico.

Y ahí es donde radica el verdadero milagro que nos proporciona el arte.

Nono Granero

Pens ar, Cre er , Sent ir (verbos en infinitivo)". Exposición de Ramón Garrido Martínez en la Sala Pintor Elbo del Hospital de Santiago de Úbeda.

martes, 2 de noviembre de 2010

Polvo eres


Un sábado por la noche, muy tarde, camino de la casa de Eva, pasaba yo por la calle del cementerio, tan solitaria e inquietante, seccionada por un viento frío de ráfagas constantes, cuando de alguien se me acercó por detrás y puso su brazo sobre mi hombro.
-No te asustes. – dijo – Soy tu amigo Víctor.
Yo me asusté, claro, porque mi amigo Víctor se había muerto hacía dos meses. Vi su cadáver y lloré un poquito, incluso, junto a su ataúd. Sin embargo, disimulé mi espanto y no detuve mi paso. Y él, caminó renqueando, con su brazo sobre mi hombro, como una extraña pareja, por la acera.
-Escucha –añadió- Te extrañará que me presente así, con esta facha, pero es que soy un muerto en pena por culpa de mi mala conciencia, que no me deja descansar en paz. He dejado un par de cosas pendientes en el mundo de los vivos y necesito resolverlas antes de emprender el viaje definitivo. La primera es contigo, a ver cómo te lo explico, que hace un tiempo tuve un lío con Maria del Carmen, tu mujer, vamos que éramos amantes, que me la trajinaba por decirlo en lenguaje llano... y que teniéndote, -como te tengo,- por amigo, ese asunto era una losa sobre mi conciencia y ahora que, por fin, he descargado mi culpa, ya puedo descansar en paz. Y la otra cosa pendiente que tengo es que mi jodida familia me prometió que me incineraría, pero al final se rajaron porque son unos clásicos y me metieron en un nicho, los muy carcas. Ahora tengo que presentarme ante ellos, así con este aspecto y convencerlos para que exhumen mis restos y los incineren. Polvo eres y en polvo te convertirás, dice la Biblia… y así debe ser.-
Yo pensé: -Qué muerto más gilipollas. Incluso peor que vivo.
Nos paramos. Giré mi cabeza hacia él. Miré sus ojos secos, él apretó un poco la mandíbula descarnada y bajó su brazo agusanado de mi hombro. Yo saqué tranquilamente un cigarro del bolsillo, luego una cerilla, encendí el cigarro y aspiré el humo y con la cerilla todavía encendida arrimé la llama a su chaqueta raída que ardió inmediatamente y convirtió al zombi-amigo en una bola de fuego. Como un espantajo iba y venía de una acera a otra dando brincos, hasta que después de unos minutos de combustión, quedó reducido a cenizas en medio de la calle. Luego sopló el viento y las dispersó, las elevó hacia la copa de los árboles y desaparecieron.-
-Buen viaje. – dije.-
Cuando llegué a casa de Eva, ella me miró.
-Hijo, qué cara traes, ni que hubieras visto un fantasma.
-¿Y si te dijera que he visto al zombi de tu marido hace un momento?
– le dije.
Ella se aguantó la risa
-Qué cosas tienes. – contestó.
Y sin dejar de sonreír me arrastró hasta la cama, donde, evidentemente, nos convertimos en polvo.
_________________________Luis Foronda. Dibujo de Nono Granero