lunes, 7 de febrero de 2011

Blanca y radiante.


Al final te casaste. De blanco y por la iglesia. Hace tres meses vi por primera vez la fotografía en el escaparate de la tienda. Sonreías en ella generosamente, radiante, espléndida, tomabas la mano de tu marido, mano que él, a tu lado, dejaba caer sobre tu hombro, en un gesto de impostada camaradería, de derroche un poco chulesco. De pie, con un fondo de hiedra, mirabais al frente y tú sonreías, a mí, estoy seguro, retándome desde el desquite, invitándome a adivinar el grado de tu felicidad. En aquel momento no lo supe y durante este tiempo, cada tarde, he intentado averiguarlo, en una prueba de fustigación malsana, parándome delante del escaparate a mirar la fotografía. Lo que son las cosas: Al final de la primera semana tu sonrisa ya me pareció ligeramente menor, más somera y noté entonces que tu mano y la de tu marido no se apretaban con tanto interés. Pensé entonces que era un efecto óptico, que la luz del ocaso, tan tramposa, creaba falsas perspectivas. Sin embargo, en las semanas posteriores las sombras de la tarde han ido torciendo tu gesto y apagando el brillo de tus ojos. O eso creo. Ahora tu sonrisa es una brevísima raya, lápiz de reparación, silencio. A veces tuerces la vista y no aguantas mi mirada. Si yo la aguzo un poco, adivino ya una hebra de ausencia entre vuestras manos.

Hoy el hombre de la tienda ha retirado por fin la foto del escaparate.
Es el momento justo de volver a llamarte. ______________________________________________________________________________ Luis Foronda. Dibujo de Nono Granero.

2 comentarios:

  1. No entiendo el dibujo. Se supone que la foto estaba colocada en el escaparate no que la hiciera el. Me lo espliquen, please.

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  2. Estimado/a Anónimo/a:
    Me gustan las preguntas tanto como los juegos. Así que aprovecho tu comentario para proponerte uno muy sencillo.
    Te daré dos opciones de respuesta a la pregunta y tú elegirás la que más te interese. A partir de ahí, hay que comprometerse a llegar hasta el final –en la medida de lo posible- de la cuestión.
    Ahí van las dos opciones:
    A. Sólo me interesa hablar de esta ilustración.
    B. Me gustaría saber más sobre la relación entre textos e ilustración.
    Para jugar, bastará con responder eligiendo la letra correspondiente, y acompañándola de un nombre utilizable (eso de Anónimo se me hace muy cuesta arriba para charlar, incluso en Internet).
    Saludos
    Nono Granero

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