domingo, 24 de enero de 2010

Vida y milagros de Beligerio en Farsantia.

En la pequeña y galana república de Farsantia, graciosamente enclavada entre montañas, se vivía felizmente, con sus ríos y sus puertos, sus bichos, sus bichas, sus vivos y sus muertos. Entre tanta calma resonaban los discursos de Beligerio García, sátrapa, comadreja, político de nada y aspirante a todo, que iluminaba en el parlamento a sus señorías con soflamas de mostacho y palabras de taladro. Todo por tanto era sosiego en Farsantia hasta que un infausto día de Enero una joven fue violada. A preguntas de la policía, la muchacha dijo que su violador había sido un hombre negro. Estaba claro. Beligerio García, exigió en el parlamento que todos los negros fueran expulsados del país, y así se hizo. Sin embargo, unas semanas más tarde fue violada otra mujer, quien dijo que el causante de la violación había sido un hombre de aspecto árabe. Estaba claro. Beligerio García, reclamó la inmediata salida del país de todos los árabes. Y así se hizo. Algún tiempo después una tercera mujer sufrió otra violación y ésta por su parte dijo que había sido un gitano. Estaba claro. Antes de que Beligerio García acabara su enfurecido discurso, no quedaba ni uno. Sin embargo, en menos de un mes fue violada una cuarta muchacha, que atribuyó la violación a un vagabundo. Estaba claro. Beligerio García exhortó desde la tribuna la urgente expulsión de todos los pobres que hubiera en el país. Y así se hizo. Al fin la pequeña república de Farsantia parecía recobrar su tan ansiada calma, hasta que violaron a otra mujer. Esta vez la mujer violada dijo que el violador había sido un hombre blanco. Estaba claro. Beligerio García solicitó la inmediata expulsión del país de… todas las mujeres que fuesen susceptibles de ser violadas. Y así se hizo. De esta manera la pequeña y galana república de Farsantia recobró el orden y tan agradecidas estaban sus gentes, que Beligerio García, llegadas las elecciones, fue elegido por sus “brillantísimas ideas”, presidente vitalicio de la república. A los dos días justos de tomar posesión de su cargo, Beligerio García fue violado reiteradamente. Estaba claro. ___________________________________ Luis Foronda.
Dibujo: Nono Granero

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