domingo, 5 de junio de 2011

El paréntesis.


(El escritor aficionado ama la escritura. Imagina una historia y en un momento ésta fluye, ahora entre meandros, ahora entre remolinos. Desliza el escritor aficionado la mano sobre el folio y sin darse cuenta lo envuelve la trama, lo atrapan los personajes. Avanza sin dificultad hasta el punto y aparte. Adjetiva, suma pronombres, respira entre coma y coma, emborrona adverbios, tacha conjunciones, vuelve sobre sus pasos, pero siempre regresa. A veces el argumento se le vuelve amargo, traga saliva, pero no desiste y sigue escribiendo. -Después de todo el escritor aficionado ama la escritura-. Hay un día, sin embargo en que la trama se le revuelve, se le hace oscura, incomprensible y el escritor aficionado se para, la pena lo detiene. Necesita abrir un paréntesis para explicar lo que lleva escrito, explicarse, explicarlo todo, contar el por qué y el cómo, la razón de la escritura. Pero entonces el paréntesis que quería llenar de explicaciones se le llena de amigos, de compañeros, de voces y de manos, y de besos. El escritor aficionado ya no necesita explicar nada y se limita a cerrar el paréntesis con una sola palabra: Gracias).
Luis Foronda.
Dibujo de Nono Granero.

1 comentario:

  1. He estado en el parentesis y sigo fuera de el. Quiero formar parte de tu escritura, amigo. Un abrazo.

    ResponderEliminar