viernes, 10 de junio de 2011

El cielo español


Hablando de pájaros, me viene a la memoria la historia de Paloma, sí hombre, Paloma, la muchacha que huyó del pueblo, la que se fue a Madrid de cantante, porque quería volar y los cielos estrechos de La Loma la ahogaban tanto. Paloma, la que extendió sus alas y voló de un local a otro, cantando el blues que tanto le gustaba, como una artista (pobre) del Cotton Club (pobre) del Madrid (pobre) de los años cincuenta. Hasta que la descubrió un cazatalentos, que se la presentó a Avelino Cornejo, el productor de cine, que le cambió el nombre por el mucho más sonoro de Dulce Paloma y que la hizo famosa con sólo dos películas, como estrella de la copla naturalmente, porque era guapa, morena, española y con buena delantera …y eso del blues era cosa de negros y de maleantes, ...tan lejos de España. Y durante algunos años Dulce Paloma conquistó los corazones de millones de españoles que admiraron su arte y su tronío tanto en la pantalla como en los escenarios. Pero en lo más alto de su fama, en medio del rodaje de “El cielo Español” y tras fuertes discusiones con Avelino Cornejo y con el director de la película, Dulce Paloma, que no era pájaro de jaula, desplegó sus alas y se fue volando. Después de cuatro meses sin dar señales de vida, lo más siniestro de la producción del cine patrio organizó una batida, la encontraron haciendo vuelos acrobáticos, la abatieron, le cortaron las alas y la obligaron a terminar la película. La cinta fue un fracaso porque "en vez de melodiosos cantos estaba llena de graznidos", según la crítica. O sea: Una forma de dulce venganza de la ya sentenciada artista.
No hubo necesidad de matar a nadie, tan sólo dejar pasar el tiempo y esperar a que se olvidaran de ella. No hubo siquiera necesidad de buscarse unas alas nuevas, simplemente tuvo que coger un barco. Ahora es vieja y negra y maleante y canta blues en el Cotton Club, calle 125, Harlem, Nueva York. ...Tan lejos de España.

Luis Foronda.
Dibujo de Nono Granero.

1 comentario:

  1. Amigo Luis. El sabado estaba oyendo en la radio el discurso del nuevo alcalde de ubeda y creo que senti lo mismo que la protagonista. Minutos despues escuché este cuento.Nada mas que añadir.

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